martes, 16 de octubre de 2012

BIKEWASHING

"Bikewashing" lavándose la cara con la bici 

LLEGIT ACI

Las nuevas tendencias, las nuevas prácticas se recogen en nuevos palabros, neologismos, algo para lo que el inglés es un idioma flexible. El "bikewashing", por ejemplo, es uno de esos vocablos imposibles en castellano, como en su día lo fue el "zapping", el "chating", el "twitting" o el "blogging". Actividades que se han impuesto, descripciones certeras para estos nuevos ejercicios que sirven, de alguna manera, para poder comprenderlos mejor, simplificándolos a través de estas etiquetas, haciéndolos más sencillos, más cercanos, más reconocibles.

El "bikewashing" resumiría en una sola palabra el arte de hacer ver que se promueve la bicicleta con grandes operaciones mediáticas como bicicletas públicas, carriles bici fraudulentos y toda la parafernalia correspondiente, pero sin mojarse en el asunto de una manera integral,, sino como pura fachada, como puro escaparate, es decir, sin meter mano a la movilidad en general y sin trabajar en el tema en toda su dimensión y profundidad.

El "bikewashing" ha sido uno de los deportes más practicados y más aplaudidos en los últimos años por políticos que querían que se les reconociera su compromiso ambiental pero sin jugarse el tipo con los poderes fácticos y los intereses creados que seguían empujando hacia modelos cada vez mas insostenibles y donde la bicicleta cada vez tiene menos sentido. Un deporte que ha tenido y tiene entre sus principales seguidores a muchos representantes de lo más granado del asociacionismo histórico de nuestro país.

El "bikewashing" es una de la variantes del "greenwashing" o cortina de humo verde con la que muchos dirigentes y gobernantes se han postulado como defensores del ambientalismo con la fórmula de hacer grandes apariciones en decorados excepcionales, debidamente difundidas como parte de campañas sensacionalistas que buscan el apoyo fácil, el acuerdo barato. Pura demagogia para tener contento al populacho despreciando las causas últimas, ignorando las consecuencias, desoyendo los avisos.

Aunque la recesión está ayudando a aclarar el panorama, está desenmascarando algunas operaciones de "bikewashing" y está paralizando la capacidad tan siquiera de proponerlas, todavía hay demasiada gente que se ha tragado la bola y sigue defendiéndola con vehemencia maniqueista.

Un ejemplo clarísimo de "bikewashing" es la última actualización de las tarifas y condiciones del Bicing barcelonés, con un incremento increíble de las tarifas para aquellos que usen el servicio de forma intensiva y un mantenimiento del precio para los que lo usen menos de 50 veces al año. Toda una operación de poda selectiva para mantener el árbol bonito y verde, es decir, decorativo. Realmente esclarecedor.

Seguiremos trabajando por tratar de destapar y denunciar el "bikewashing" que se siga fraguando y consumando a nuestro alrededor.

http://bicicletasciudadesviajes.blogspot.com.es/2012/10/bikewashing-lavandose-la-cara-con-la.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario